Este es sin duda el rasgo más crítico del juego amateur las jugadas pasivas: definimos a esta, como aquellas jugadas, que dado la situación en el tablero, no sirve para luchar por la iniciativa y por ende no lucha por el control del juego convirtiéndose en una jugada sin propósito defensivo ni ofensivo.
Un desarrollo rápido, tener cierto control del
centro del tablero, lograr coordinación y fluidez entre las piezas, controlar
casillas estratégicas dadas una determinada apertura o defensa son cuestiones a
tener en cuenta en ajedrez si una quiere llevar una posición sólida y hacerse
del control de la partida. Ejemplo de
jugadas pasivas en la apertura puede ser mover los peones demasiadas veces,
mover piezas a casillas poca activas, hacer jugadas sin propósito concreto.
El exceso de
pasividad puede ser un lugar para la creatividad y la
belleza, cuando se tiene ventaja de desarrollo se debe pensar en abrir la
posición y atacar con fuerza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario