Podemos definir como pieza clave (tan le llamas cuña en posición enemiga) aquella que logra penetrar la posición enemiga y se convierte en eje central del ataque. Gran parte de la partida gira alrededor de esta pieza ya que se caracteriza por ser difícil de desalojar, entorpece la movilidad del contrario y resulta un buen apoyo de otras piezas atacantes.
Un peón molesto,
un caballo bien posicionado, un alfil que controla importantes diagonales;
llevan en muchos casos a definir una partida sin tener ventaja material alguna.
Las posibilidades tácticas que resultan de esta situación suelen traer belleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario